Esta aventura empezó cuando un amigo me comentó que habÃa comprado un 2×1 para hacer parapente en Buenos Aires y yo le dije ¿Qué? ¡No sabÃa que se podÃa hacer parapente en Buenos Aires!
Enseguida me puse a investigar y junto con mi esposo compramos también la promoción.
TenÃamos muchas expectativas y emoción por realizar esta actividad, a mi me encantan las actividades extremas y de aventura aunque reconozco que muy poco las llevo a cabo, asà que, este serÃa el momento perfecto. No sabÃamos que nos esperaban varios meses de espera porque los dÃas que nosotros podÃamos, generalmente el clima no favorecÃa.
Obviamente al ser una actividad al aire libre, dependÃa mucho de las condiciones climáticas y de la velocidad viento. Llegamos a agendar varias veces con la empresa para realizar la actividad pero la noche anterior nos avisaban que no Ãbamos a poder volar porque el viento no era favorable. Fueron tantos los intentos que habÃamos desistido, ya yo habÃa perdido el interés y las esperanzas de hacer parapente.
Hasta que un dÃa me fijo que tocaba miércoles un dÃa feriado, asà que, pensé que podrÃamos hacer la actividad ese dÃa para que mi esposo no perdiera un dÃa de trabajo. Me comuniqué con la empresa y me dijeron que habÃa disponibilidad, asà que, nos agendaron y esperábamos con ansias que no nos cancelaran esta vez.
Llegó el dÃa y yo todavÃa pensaba, ¡hasta que no lo haga no me lo creo!
Nos fuimos hasta San Vicente, Provincia de Buenos Aires. Al llegar nos anotaron en un cuaderno porque los vuelos se harÃan por orden de llegada. En el predio vendÃan algunas cosas para comer, habÃan sillas y sillones para esperar nuestro turno.
Al cabo de una hora aproximadamente, llegó nuestro momento, nos hicieron caminar hasta la zona donde estaban los parapentes y y estaba súper nerviosa y emocionada, me temblaban las piernas. Nos colocaron el arnés y el casco y nos dieron una pequeña charla de cómo serÃa la actividad, luego nos preguntaron quién irÃa primero, mi esposo se ofreció voluntariamente, a mi el corazón se me iba a salir del pecho, tenia mucha adrenalina.
Pude ver cómo armaban el parapente y lo hacÃan despegar, todo el vuelo y cómo aterrizaba, mientras yo solo pensaba “¡no puedo creer que al fin esta sucediendo!”.
Me tocó el turno a mi, ¡que nervios!
Cuando el parapente empezó a despegar de suelo sentà un hueco en el estómago, podÃa ir viendo cómo nos alejábamos de la tierra, desde arriba las personas se veÃa como hormiguitas. SentÃa la brisa en la cara y me empecé a relajar, a disfrutar el momento.
Fue una experiencia increÃble, la vista desde la altura, es hermosa. El vuelo duró tan solo unos 3 minutos y algo, sin embargo yo sentà que fue mucho jaja, vi gente quejarse que fue muy poco tiempo pero para mi fue el tiempo justo para disfrutarlo y no asustarme.
La empresa ofrece el servicio de grabación, asà que, durante todo el vuelo llevaba una Go Pro en la mano para grabar toda la experiencia, ese video nos quedó de recuerdo.
La verdad me encantó la actividad aunque previamente para lograrla haya sufrido varios dolores de cabeza por el tema del clima y que la empresa tampoco era clara con la información. A pesar de todo esto, creo que si lo volverÃa hacer, tal vez en otra provincia o en otro paÃs, donde haya una vista diferente como playa, montaña o bosque, ¡serÃa genial!

Por mi parte, ya le puedo hacer check en mi lista de cosas por hacer antes de morir, vamos a ver qué próxima actividad extrema o de aventura nos depara el futuro.
Por último te dejo un video con el resumen de la experiencia:

